viernes, 25 de junio de 2010

La oposición pacífica.



Por varios años los opositores en Cuba están probando la lucha pacífica como medio para desplazar el gobierno de los Castro, han estado haciendo un esfuerzo para mostrar al país y al mundo que es necesario un encauzamiento de la sociedad cubana hacia una verdadera democracia donde se respeten los derechos ciudadanos y civiles, donde la justicia no esté maniatada y al servicio de los que gobiernan, donde el ciudadano sea respetado independientemente de sus creencias tanto políticas como religiosas

Este tipo de lucha pacífica ha tenido y tiene críticos tanto dentro como fuera de Cuba, quizás este método de no cooperación no sea del agrado de muchos, por dos razones fundamentales, primero para muchos que recuerdan lo que le pasaba a los que protestaban en los primeros años de la revolución, quienes no creen que ahora lo hagan sin pagar las consecuencias, por tanto sospechan y dudan de quienes lo hacen y segundo que no son muchos los que lo hacen públicamente. Esto disminuye la confianza pública internacional y un total desconocimiento entre los mismos opositores, que no saben lo que hacen otros opositores, pues no existe una coordinación ni solidaridad entre ellos mismos. Esta postura aleja el crecimiento del movimiento opositor pacífico, pues el pueblo, pese a sus necesidades, prefiere buscar cualquier solución a sus problemas inmediatos que sumarse a una lucha tan lenta y a largo plazo. No están dispuesto a perder el tiempo como dicen generalmente.

Pese que las cárceles cubanas se llenan constantemente de opositores que pacíficamente exigen sus derechos como lo hemos visto mucho antes de la Primavera Negra y hasta hoy día, y mañana por seguro; a pesar que muchos opositores que sí hicieron y muestran su presencia en las calles cubanas, son retenidos, registrados, invadidos en sus casas.

Muchos no creen en este tipo de lucha y menos en Cuba y aquí van otras razones. Primeramente empezando por periodistas independientes, que reportan lo que le dicen, pues no van ni a ver las actividades oposicionistas, bibliotecarios con cuatro libros en un anaquel y nadie sabe en el barrio de esa biblioteca independiente (solo la gente de afuera que manda libros y dinero), disidentes que mantienen sus viejas ideas y viven de eso y por último, opositores que desde el patio de la casa o un cuarto se tiran fotos haciendo señales de V y L, pero de calle nada.

Otra razón básica es el protagonismo de algunos que ignoran a los demás opositores y no le dan reconocimiento a los esfuerzos de los otros y mucho menos tratan de crear un proyecto de trabajo en conjunto donde se mantenga la identidad de cada grupo y persona, pero cooperar en un fin común, que debe ser motivar al pueblo ir a la calle; y la mejor forma es el ejemplo.

Al principio de este movimiento que sigue las ideas de Gandhi y Lutter King salieron a las calles, portaban carteles, gritaban frente a Villa Marista, cierto no eran muchos, pero daban el ejemplo. El parque Butari fue ejemplo de esos esfuerzos, las caminatas de Darsi Ferrer y así muchos más. Claro, estaban dispuestos a pagar las consecuencias y aguantar los palos. Las Damas de Blanco y las Damas de Apoyo lo están haciendo. ¿Por qué le preocupa al gobierno que estas señoras marchen?, ¿Por qué no dejan a Reina L. Tamayo marchar en Banes? La respuesta es una, el miedo a que el pueblo siga el ejemplo; y más miedo es a que empiece a marchan y no se detenga hasta derrocarlos.

La lucha pacífica requiere de sacrificios grandes, donde la única respuesta a la violencia es la presencia diaria en la calle y eso requiere de muchos que estén dispuesto al sacrificio para remplazar a los que son detenidos o sacados de circulación, esta lucha no da espacio a la respuesta fuerte, pero si a la protesta pública, sonora y constante que haga difícil el desarrollo normal de la sociedad, que imposibilite la movilidad del gobierno y sobre todo que haga imposible ocultar la violencia gubernamental contra un pueblo que solo quiere cambios democráticos como sucedió con las Damas de Blanco. Es fundamental que este movimiento pacífico tenga una coordinación de todos los opositores incluso aquellos que no están de acuerdo con él, por el carácter pacífico y no violento, pues le serviría de punto apoyo para otras actividades, en conclusión si la oposición pacífica y no violenta de Cuba no se integra en un bloque nacional, donde todos y cada uno de los opositores tenga un rol protagónico nada ni nadie por sí mismo va a desplazar un régimen que evidentemente está apoyado por toda la izquierda del mundo y por países que sus gobiernos han perdido la vergüenza y por instituciones que solo miran sus futuros y presentes intereses.

De no producirse un golpe militar por razones personales de algunos oficiales y que solo llevaría a un cambio de collar al mismo perro, no veo cambio alguno si la oposición no se encamina en un trabajo conjunto y sostenido de educación pública y sobre todo estimulando al pueblo a exponer sus quejas y criticas públicamente y enseñándoles como se debe responder a la no solución de los problemas, enseñarles como protestar organizadamente y como ante la no solución de sus problemas la única respuesta es la no participación en la vida del país, el detenerse y dejar de funcionar como partes de ese gobierno.

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