Por algunos años he tratado de evadir o no recordar a quienes han tratado de apagar mi voz. No puedo decir que no lo lograron, como tampoco puedo aceptar que lo lograron. Mi voz y mis letras continuarán a pesar de los detractores y enviados desde la Habana.
Muy bien dice el Sr. Montoya, “apartada por alguna orden dada”. Las palabras de Montoya, arrojan una verdad por muchos ocultadas. ¿Por qué apagar mi voz? ¿A quiénes les molestaba tanto que una y otra vez yo apareciera en el Programa “Al Vértice de lo Desconocido”?
Yo no llegué a este país a seleccionar mi empresario o director. Yo llegué a este país, a continuar mi entrega por Cuba. Y la Patria no tiene dueños y no pertenece a feudos privados.
En una ocasión uno de los gendarmes del Departamento 21, me aseguró.-“Tu jamás, jamarás jamón”.-“Y tu voz.”-, si es catalogada de “trinchera o no”.-“Ni se va a escuchar mís aquí en Cuba; y allá en Miami, muchos menos.”
-“Está loco”.- Pensé, casi al unísono, que él terminó de profetizar mi futuro.
-Y me dije todo el camino hacia mi casa. “Ellos se creen que mandan en Cuba y en Miami también”.
¡Que ingenua!....Ya no pienso así. Y no lo digo plagada de intenciones derroteras. Lo digo porque es la verdad. Que se palpa. Que se siente. ¡No! Lo que ocurre en Miami en los últimos tiempos nos tiene alarmados a todos.
Recuerdo que uno de los últimos opositores de que me despedí, fue Ángel Moya Acosta. Moya me dijo.- “Ya tienes que irte”. –“Tú eres nuestra voz, la voz de los humildes”. Y delante de mis hijos dándome un fuerte abrazo, puntualizó. Te admiro: “eres de los que mueres con las botas puestas”.
Esas palabras de Moya me dieron las fuerzas para continuar… aún mucho después que las manos macabras acabaran con el programa de José Montoya.
Pero, no había tregua, y dejaron caer el látigo una y otra vez contra mi persona. Sin escrúpulos. Tres días no bastaron para que un “fantoche” ( Oscar Haza) tratara de destruir toda mi imagen. Y repetían una y otra vez el Programa de a Mano Limpia. ¿Con qué propósito? ¿Mandados por quién?
Resultados: Mi familia, una familia que escapa de Cuba, asediada, controlada, día y noche pierde su tranquilidad de la noche a la mañana víctima de la mentira y la propaganda barata.
Resultados: una caída por pérdida de conocimiento a menos de un mes de aquellos acontecimientos me condujeron de Urgencia para el Hospital. Mi brazo estaba negro, los morados eran desde la clavícula hasta los dedos de la mano.
En la consulta del Dr. Bustelo, ubicada en la cuatro Ave del E. de Hialeah en espera de la consulta. Una señora que esperaba su turno, cuando dicen mi nombre, María del Carmen Carro, dijo de un sopetón, mira esa es la mujer del programa de la “espía”. Yo la miré, y no tuve que hablar ni una palabra. Todos los que estaban le contestaron.
Mi casa, se había convertido en el blanco de curiosos, a los que mis vecinos le contestaban con fuerza: -“Esa, es una gran patriota”. Y solo se dedica a su nieta (que lamentablemente había llegado muy enferma de Cuba). Una niña de solo 5 años, con problemas auditivos, una lesión cerebral, y pérdida de la visión. Días enteros en los hospitales. Por fin y gracias a Dios la niña ya ha superado estas enfermedades. Y todo adelante.
Cuando salí de Cuba, la niña, a pesar de tener visa, fue separada de nosotros, según ellos por orden de Felipe Pérez Roque. Fue un castigo severo que aplicaron conmigo. ¿Por qué de eso nadie habla?
Meses más tarde, mi esposo fue ingresado en Terapia Intensiva, y otra vez la secuela de un programa, que sinceramente no quisiera darle yo misma “la evaluación”. Mira, dijo el enfermero que estaba bañando a mi esposo.-“La esposa de este señor es la del programa.”
Una y otra vez se sucedían aquellas escenas tan repugnantes. Tremendo trabajo de los Órganos de la Seguridad Cubana!
Dicen que Dios nos pone a prueba, pues a mi me dio la mejor de las pruebas. Yo me demostré: YO. Yo, como ser individual y con valores sembrados en mi familia.
Mis nueras, se turnaban, a pesar de que cumplían con sus hogares y sus trabajos. Una, me bañaba por la mañana y otra por la tarde. Mis hijos, se turnaban también para darme la comida. Y así me demostré -YO. Como madre, como abuela. Ser individual y humano que no puede destruir la maldad y la avaricia por un raiting. Y lo mejor de todo. Mi nieta me pasaba la manito y me decía.-“Pero, tú te vas a curar para llevarme a la escuela”.
¿Si esa era la prueba? ¡Saqué excelente! Y me dije.-“Ahora a demostrarle a todos que ERES TU.-“LA CARRO”. La que tanto querían y quieren los opositores dentro de Cuba. Los auténticos. Los más humildes, los olvidados, como bien dice Montoya.
Recuerdo en una oportunidad: ya acusada por Fidel Castro, (que son palabras mayores. Castro en persona) que al bajarme de un ómnibus en Coppelia, un señor que había sido Director de la Refinería Ñico López, me toma por el brazo. Yo no le reconocí de pronto, y me dice:
Dime, la fórmula. ¿Cómo te recuperas y te levantas tan rápido? Hablar contigo, yo sé que es estar parado sobre un polvorín, pero.- ¿Dime que haces? Y le respondí….”Confiar en mí”.
Y por esa misma confianza es que no le permito a nadie, me diga o me quiera imponer. –“este o aquel es bueno o malo”. Para mi y mis conceptos, quien me muestra su familia, quien se me aparece como un buen padre, un buen hijo, un buen esposo. Todas las demás palabras huelgan.
Y por encima de todo, porque un padre zapatero y humilde me enseñó “la familia te la impongo Yo, otros dicen –te la impone Dios, pero él siempre nos decía. “Aquí soy yo el Padre”, quizás en su representación sencilla de los deberes. Pero tus amistades: “Anda, y selecciónalas, por donde yo te enseñé”.
Sobre la base en que me formé es imposible que cualquier “torpe y engreído” pueda destruirme. Ninguna expresión nacida de la maldad como surgieron por aquellos nefastos días” --Niurka Marcos la mantiene”. Calumnia, para la Marcos y para mí. A Niurka Marcos solo la he visto en televisión. Nunca la he visto en persona. Y a pesar de las críticas, la encuentro simpática como artista.
Comentarios insultantes, irrespetuosos-“ella es la mujer de Mary Félix Pérez Stable”. Tampoco nunca la he visto.
No les fue suficiente y pusieron la dirección de mi casa, aquí en Hialeah y en Cuba. Fueron tan inescrupulosos que no tuvieron en cuenta que aquí hay una niña.
Mis fotos, sobredimensionadas con músculos de boxeadora. En fin que el ataque fue “exterminador”, y sucio. Muy sucio.
Sería imperdonable terminar este, mi muy abierto trabajo sin mencionar a personas que hicieron posible mi renacer.
A José Montoya, le agradezco haberme permitido hablar de mi amigo –Orlando Zapata Tamayo, sin restricciones. Aún cuando todos lo habían olvidado. Hablar de los más humildes. Llevar a su programa a grandes luchadores anticastristas.
A la familia Roque, de Jesús Roque Sixto, haberme abierto sus puertas y darme la oportunidad de por dos años y medio continuo, haber ocupado los micrófonos de –“Viernes por Cuba” nacido del dolor de Orlando Zapata.
A mi amigo, Jorge García Más, quien perdiera 14 familiares en el Remolcador 13 de marzo. Su compañía en los momentos en que todos pretendían atacarme. Uno por uno, de los que alzaron sus calumnias para destruirme, los confronté tiempo después y todos me bajaron la cabeza.
Jorge, se mantuvo a mi lado por todos esos días. Miraba con compasión para ese brazo que parecía que yo no lograría salvar. Mi brazo, quedó inmóvil por más de seis meses hasta su recuperación, aunque con secuelas.
Jorge García, en nombre de su familia, reconoció públicamente este pasado 13 de julio, en la Junta Patriótica, mi participación directa, como periodista, en los hechos del Remolcador 13 de marzo.
El reconocimiento de muchos opositores dentro de Cuba que enviaban email, molestos con lo que estaba ocurriendo.
Mis agradecimientos, a Dionisio de la Torre, quien me descubrió haciendo uso de la palabra en una reunión del Alpha 66. Clamando y alzando mi voz para que no apareciera otro Orlando Zapata Tamayo que no fuera el auténtico hombre humilde y contestatario “Hasta la Muerte”.
No dejaré de mencionar a Armando Valladares que demostró con sus sabias palabras como hemos sido maltratadas algunas mujeres patriotas de verdad y auténticas voces del anticastrismo.
No acostumbro hacer este tipo de trabajo. Pero, para mi es muy necesario que se conozca toda la verdad. Le agradezco a todos los ex presos políticos, hermanos de causa de mi esposo que se mantuvieron atentos de cualquier ataque que pudiera continuar denigrándome en coqueteo con el Régimen de la Habana. Dentro de ellos Rufino Álvarez, Juan Medina Plata, Héctor Fabian y a la Logia –“Osvaldo Ramírez”.
Y muy en especial, a Aldo Rosado-Tuero, que me devolvió la fe y los ánimos para alzar mi pluma desde un lugar donde la mentira no tiene cabida. Donde la verdad y no la hipocresía, es la divisa inspiradora por Cuba.
Por: Lic. María del Carmen Carro
Tomado de: www.lavisitamiami.com
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