jueves, 23 de mayo de 2013

No es ser bueno, es ser bueno para algo.


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A veces nos llegan noticias de personas que uno conoce, a veces son tristes noticias, como que les dio un ataque al corazón o le dio una chiripioca que lo dejo torcido (al menos físicamente, porque mentalmente ya lo eran) producto de un aumento de presión arterial, que a su vez es producto de un ataque de rabia o impotencia o producto de un alto grado de imbecilidad o frustración, el caso es que lo que le sucede es sencillamente producto de la mediocridad y las mentiras que dicen, al menos a estos que yo conozco.

Cuando una persona solo posee la historia de una persona sencilla y normal, pero su ego es tan grande que se le sale por el ano, le es muy difícil vivir sin fabricar mentiras y producir enemigos periódicamente para tratar de lucir como alguien que no es y nunca podrá ser, precisamente por su ego manchado, es como el caso de un amigo que se ha divorciado 9 veces y me dice tranquilamente; el problema es que las mujeres no me entienden, ninguna sirve para nada, no hay quien las aguante; yo un día cansado de sus quejas le respondí de esta forma: estimado amigo no te ofendas, se que vivir con una mujer no es fácil, eso conlleva muchas cosas que pueden ser difícil, pero no imposible de realizar, pero 9 matrimonios solo indica que tú tienes  o no tiene algo que motiva esos divorcios o será que en el fondo de tu alma llevas escondida a La Bayamesa y no lo quieres reconocer, no te ofendas si llevas ese secreto, pero si así lo es deberías salir del closet y dejar de culpar a otros por tus fracasos y frustaciones.  El se altero un poco, no develo su misterio, pero solo me dijo que su destino era algo mejor, grande y luminoso y que ellas se lo habían perdido cuando lo abandonaron, lo cierto es que ahora producto de su miseria económica no tiene hijos y vive con una vieja, pero vieja con pellejos en las arrugas, pero él sigue siendo como ha sido, un burro empedernido, pero en el fondo bueno, aunque el bueno es solo como ejemplo de cómo no ser.

También nos enteramos que personas buenas le suceden cosas malas y es triste que sea así y que algunos mueren de algo malo y rápido, pues deberían ser los malos, los envidiosos, los arribistas, mal pensados, cojos mentales, serviles y torcidos quienes reciban la justicia divina primero, pero Dios en su sabiduría no lo hace así, les alarga la vida quizás para que sufran mucho o para darles tiempo a que se arrepientan de sus cagadas o a lo mejor los deja vivir mucho para que los buenos puedan enseñar a sus hijos a no ser como esos individuos, a veces pienso que Dios les da larga vida a estos energúmenos solo para estudiar cuánto puede durar un hígado corroído con tanta bilis o para saber cuánto se puede arrastrar la envidia.

Entre las cosas buenas que Dios ha creado esta  la memoria, a veces no nos acordamos de las cosas buenas y favores que nos han hecho, muchas veces olvidamos a los buenos y creo que eso es normal, aunque no debería ser, pues ser bueno y ser bueno para algo es algo normal y natural, además eso es lo que nuestros padres(si son buenos) nos han enseñado, por eso junto al tiempo muchas cosas que tomamos con natural pasan sin darle importancia y respeto, pero son el resultado del trabajo, voluntad y sacrificio de gente buena que lo hacen sencillamente por ser buenos. Ahora sí, los malos son inolvidables, las cosas malas se nos quedan en el alma, son como huecos dejados por el clavo sacado de la pared, pese que Dios nos pide perdón para quien nos ofende, no nos pide olvido y no olvidamos para castigar cuando el tiempo llegue, sino para no permitir que se repita y se haga justicia, se puede ser malo y perverso, pero se puede dejar a un lado y tratar de ser bueno, pero el mentiroso y envidioso lo lleva como condena en su alma, especialmente si su ego lo ahoga que no lo deja escuchar ni pensar en el mal que producen.

No los quiero cansar, pues sé que los buenos saben lo que he dicho y sé que los malos no me van  a escuchar, al contrario, sé que saldrán a defenderse como lo hiso mi amigo y sus 9 divorcios, sé muy bien que seguirán en su hueco malvado cocinando sus próximas mentiras y sus próximos enemigos, pues los pobres no pueden identificar la diferencia entre contrincantes y enemigos, su ego desparramado y coprafagico  les hace desconocer que el diferir no quiere decir odiar y menos envidiar. A veces me dicen viejo y sonrió, pues he vivido lo que quizás otros no han podido vivir, o quizás no han estado rodeado de una familia y amigos que te quieren y respetan, el ser viejo es prueba de larga vida y debería ser motivo de conocimiento y así lo es para los buenos de alma y corazón, los envidiosos y malos no aprenden, pues están ocupados en sus mentiras y fabricaciones, pues su ego, aunque se les sale no los deja pensar.

Por eso traten de ser buenos aunque los olviden, sean buenos aunque nadie te diga nada, trate de ser bueno aunque te envidien, pues el mundo es de los buenos que luchan y saben defenderse, el triunfo esta en las manos de los que aman y crean, los buenos son los que establecen la justicia y no el rencor, son los buenos los que nos han llevado a dónde estamos y debemos recordar que los malos triunfan cuando los buenos no luchamos y nos volvemos apáticos e insensibles ante el dolor de los demás. Para cerrar quiero recordar las palabras de Padre Pico, que aunque ya dije las mismas se debe dar crédito a este buen y respetado hombre de Dios que dijo: No es ser bueno, es ser bueno para algo.

Por; Ing. Dionisio de la Torre, Jr.

TOMADO DE: www.lavisitamiami.com 

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