viernes, 4 de noviembre de 2011

Consejo a los sindicatos y uniones obreras y campesinas.

Durante mucho tiempo he estado recibiendo, correos electrónicos y cartas de algunas personas que realmente pienso muchas tiene buena fe y buenas ideas, también me llega como rio desbordado propagandas y artículos de personas que definitivamente algunos de ellos son buenas personas y hasta estoy seguro sienten de corazón lo que dicen y lo que quieren, es mas muchos de ellos viven de acuerdo a lo que predican, por eso tienen mi respeto y mi solidaridad aunque discrepemos en gran número de puntos. Me refiero a personas de lo que se llama izquierda o socialistas y muchos de ellos mismos se declaran comunistas y sino sus propios escritos y hechos así lo califican, como exprese, los respeto a todos, pues tiene el derecho básico de la libre expresión, aunque algunos de ellos si llegasen al poder lo limitarían a la máxima potencian.

Toda esta avalancha de información e ideas que nos llega, así como de muchas locuras sobre todo económicas y sociales que ya la historia ha demostrado no funciona- el fracasado proyecto proletario de la Unión Soviética y los países socialistas- son la mejor prueba del fracaso de un sistema que pese a ser implantado en países con grandes recursos naturales y una larga tradición cultural e industrial no pudo satisfacer las necesidades de la población y déjeme ser sarcástico, no estaban rodeados de un imperio que implanto un “bloqueo” todo lo contrario, perdonen pero es justo aclarar el punto, pues que podemos esperar de la implantación de dicho sistema en países pobres y con niveles culturales bien bajo, bueno mejor ejemplo en América lo es Cuba, pero no quiero ir a ese punto que tomaría horas de discusión.

El punto que quiero llegar es el siguiente, por décadas las uniones obreras y campesinas influidas grandemente sino totalmente por las ideas socialistas o comunistas, especialmente en los países donde la libre empresa rige la economía establecen demandas y pedidos en beneficio de los obreros y campesinos, pues lo curioso es que esas mismas uniones y sindicatos dejan de tener la misma importancia y fuerza y por supuesto abandonan las mismas demandas cuando el régimen gubernamental es de carácter socialista o totalitario sin que esto quiera decir que los trabajadores tengan mejores salario y condiciones laborales.

Estas uniones obreras y campesinas, han gastado decenas de millones de dólares tratando de cambiar sino el sistema político y económico de los países al menos tratando de que los dueños de empresas sean obligados a mejorar las condiciones de trabajo así como los beneficios de los empleados en general , sin importarles que esos dueños de empresa tienen la obligación de producir ganancias para poder mantener las empresas en servicio y han sido responsables de el cierre de muchas de ellas así como de la reducción de empleados. A muchos de estos líderes sindicales les he propuesto algo que se ha aplicado en varios lugares del mundo con un éxito total y con los millones de dólares que se han gastado en seminarios, conferencias, círculos de estudio y propaganda hubiesen hace rato puesto a pensar a los capitalistas, me refiero a la Autogestión Económica.

Si cualquier sindicato de cualquier rama de la economía en vez de establecer una lucha que siendo justa en muchos casos no deja de ser costosa y en principio lo único que busca es reducir en el mejor de los casos sino desposeer al dueño de su propiedad y pasarla a los trabajadores, se dedicara a la libre competencia mercantil, pero con la gran diferencia de que el dueño de la empresa sean los trabajadores de ella todo sería muy diferente y los trabajadores tendrían en sus manos los medios de producción verdaderamente y no la falacia de que el estado sea el gran distribuidor de la riqueza.

Mucho más económico y eficiente seria para la nación si las uniones obreras se dedicaran a fomentar y financiar la etapa inicial de la formación de talleres y centros de producción autogestionarios así como escuelas, viviendas y hospitales, pues no se gastarían dineros en reprimir a huelguistas e indignados así que se establecería la libre competencia entre comerciantes unos donde los trabajadores poseen los medios de producción y estando dispuestos a producir sin buscar las grandes ganancias que buscan los capitalistas sino las ganancias para seguir desarrollando sus empresas cooperativistas y la fundación de otras empresas autogestionarias. Si las uniones obreras y campesinas invirtieran en el desarrollo de empresas autogestionarias, se acabaría la lucha de clases y se viviría en un mundo de libre empresa donde el mercado regiría quien vende más barato y mejor sin tener que eliminar la propiedad privada.

Está claro que si los trabajadores son capaces de producir para un dueño también serian capaces de producir para ellos, y tendrían la inteligencia de contratar a quienes van a administrar las empresas y como distribuir las ganancias y las responsabilidades de la empresa, todo esto es posible con la participación de los trabajadores debidamente representados ante la junta de dirección que es quien controla bajo el voto de los trabajadores de cómo regir y desarrollar la empresa. Claro esto pone en riesgo la misma existencia de los mismos sindicatos y uniones, pues llegaría un momento que perderían su función de representar los intereses de los trabajadores, pues ellos tiene su propia representación como dueños ante la propia empresa, pero al final no dicen los sindicatos que ellos quieren lo mejor para los trabajadores, no nos cuentan los socialistas que ellos quieren lo mejor para el pueblo, pues aquí esta una posible solución sin afectar a nadie y mejorar a muchos, es posible que con el sacrificio de desaparecer logren haber ayudado a crear un mundo mejor, es como si muchos Cristo se entregaran a la muerte por un mundo sin explotados ni explotadores, bueno ese sería la culminación del sueño socialista, verdad?

Mi llamado a las uniones y sindicatos es que ayuden a los obreros a ser dueños, verdaderos dueños de las empresas y guíenlos a competir en el libre mercado sin afectar a los inversionistas y banqueros, que cada cual decida donde trabajar y donde comprar, que sea el mercado quien diga quién se queda y quien vende más barato, al final es el pueblo quien recibiría los productos y servicios a un mejor precio. Fundamentalmente la sociedad seria regida por personas que libremente seleccionarían quienes los gobiernan sin tener miedo a perder la libertad total con sistemas totalitarios.


Por: Ing. Dionisio de la Torre,Jr.