sábado, 30 de abril de 2011

¿Por qué la familia gobernante no produce el cambio?

Durante los últimos 50 años muchos economistas y estudiosos del caso cubano y es así como debe nombrarse la situación de la nación cubana producto del sistemático y constante plan de destrucción impuesto por la familia dominante, Los Castros. Este plan de desmantelamiento de la sociedad cubana y todo lo que refleje la realidad de su pasado histórico y cultural, excepto la música que también es utilizada como arma en la campaña propagandística del régimen y solo aquellos que no hubiesen abandonado la isla o expresado públicamente su sentir contra este son los que permanecen o actúan en ese mundo musical, pero lo más notable de este plan destructivo ha sido la economía.

Quiero llevar a los lectores algunas inquietudes que por años muchos pensaron y creyeron que en una Cuba socialista sería posible instaurar una forma productiva que no entrara en conflicto con el sistema social y que a su vez fuese una forma abierta de mercado capaz de competir con la propiedad privada y el sistema de mercado libre y a la vez diera la oportunidad a los trabajadores a ser verdaderamente y directamente dueños de los medios de producción, me refiero la ¨Autogestión Económica¨.

Esta forma de producción-autogestión- permite que los trabajadores tengan la posesión directa de la fuente de trabajo y la riqueza producida, que tradicionalmente ha estado en manos de propietarios privados o estatales, en el caso cubano todos los medios de producción han estado en manos del estado que de una forma totalmente irracional y politizada ha detenido en el mejor de los casos el desarrollo lógico de la industria y la tecnología cuando no lo ha destruido en su totalidad como es el caso de la industria azucarera, por citar un ejemplo.

Con la forma autogestionaria la lucha de clases desaparece, pues son los trabajadores quienes tienen control de la propiedad, quienes contratan y despiden a quienes dirigen y administran la empresa, además son los que tienen el poder de decisión de cómo, que, cuando y cuanto se producirá de acuerdo al mercado, fijaran los salarios, beneficios obreros, reservas de ganancias y planes de desarrollo de la empresa, así cuando y a quienes contratar, siendo todos los trabajadores dueños de la empresa de acuerdo a las reglas establecidas por los mismos trabajadores(por ejemplo en que tiempo de trabajo se convierte un trabajador en accionista directo de la empresa). Esto sistema de propiedad no es sencillamente tener derecho a acciones de la compañía luego de un periodo de servicios, ni de un simple plan de retiro, quiere decir ser dueño y tener todas las responsabilidades y derechos de ser dueño. Esto nunca alejaría la participación de bancos e inversionistas privados tanto en préstamos como en sociedad donde todas las partes tengas ventajas positivas y no solo los inversionistas, como sucede hoy en Cuba.

Durante los primeros años de la instauración de la familia Castro en el poder y cuando se produjeron las intervenciones de los medios de producción y servicios, muchos pensaron y se planteo que esos medios pasaran a manos de los trabajadores y manteniendo una forma de mercado libre, las empresas pagarían impuestos así como la sociedad laboral para cubrir los gastos del estado, tales como educación, salud y orden público. Nunca la familia Castro estuvo dispuesta a compartir ni el poder, ni la economía, todo caería bajo su control. Controlando el medio de ingreso de la población controlaba la sobrevivencia de la familia, además del control ejercido por los sindicatos en manos del partido comunista y este a su vez bajo el control de la familia gobernante.

Años donde la economía cubana llegaba a los niveles más bajos en la historia y durante los años donde todo el bloque socialista desaparecía y por tanto la ayuda económica también desaparecía la crisis económica del pueblo cubano llego a marcas extremadamente bajas inclusive para garantizar la canasta básica de alimentación, durante este periodo (periodo especial) se permitieron ciertas formas de comercio primitivo (mercados campesinos y algunas licencias ocupacionales), que poco a poco fueron controlados por las propias empresas estatales que entrando en franca competencia con los trabajadores privados los hace prácticamente quebrar(ejemplo mercados de la Unión de Jóvenes Comunistas, del Ejercito Juvenil del Trabajo así como otras), pues dichas empresas contaban con subsidios gubernamentales. Pese a todo esto se planteo que era el momento de llevar a cabo en Cuba una verdadera Revolución Social, una verdadera Revolución donde los medios de producción pasarían a manos de sus verdaderos dueños, los trabajadores, pero la familia Castro se negó y prefirió entregar la destruida economía cubana en manos de las transnacionales capitalistas.

El Periodo Especial pudo haber sido el momento más oportuno de devolverle a los trabajadores la oportunidad de producir en beneficio de ellos y la sociedad en general, pudo permitir el comienzo de un verdadero desarrollo económico cubano con la participación de los trabajadores, la inversión de capital de cubanos en el extranjero a través de la ayuda a la familia a crear y desarrollar las recién adquiridas empresas, así como la posibilidad de asociarse con inversionistas dispuesto a poner sus dineros en empresas que tenían el compromiso de triunfar porque la alternativa seria el desempleo.

Ahora luego del VI Congreso de la familia Castro la alternativa sigue siendo algunos oficios como payasos, desmochadores de palmas y otros donde al pertenecer a la rama de servicio no aportaran ningún desarrollo de la economía, solo el temporal alivio de aquellos que han perdido el trabajo, lo mismo sucede con la rama de paladares y cafeterías así como timbiriches o vendedores callejeros, la economía cubana no recibirá ningún alivio solo el no tener que pagar los magros salarios de costumbre y el pago de licencia e impuestos, pero esto no es la solución. La entrega de tierras ociosas no en propiedad y por un periodo de tiempo tampoco es una solución permanente, solo la forma en que muchos podrán tener un lugar donde fabricar una vivienda y cultivar lo que puedan con lo que puedan, pues no existen lugares donde comprar los utensilios de labranza y tampoco existe el dinero para hacerlo, se habla de préstamos a los nuevos cuentapropistas, cual es la garantía de pago, ¿no es esto otra forma de complicar la situación? , ¿Por qué la familia Castro no autoriza el verdadero cambio económico?, ¿Cuál es el miedo a realizar y cumplir el plan del Moncada?. El miedo es que se cumpla el pensamiento de José Martí que dice: Solo existe libertad social con la libertad económica.

Sigue pasando el tiempo y la economía cubana cada dia esta mas en manos de transnacionales y empresas que casualmente fueron atacadas en varias partes del mundo por la misma familia Castro durante los años de conquista y renta de mercenarios cubanos por el mundo. Que ironía, aquellas empresas internacionales que son condenadas por explotar a los trabajadores y mantener el capitalismo que ayer fueron enemigos de la familia Castro hoy se pasean y son dueños de la economía cubana esclavizando al pueblo con la colaboración total de la familia gobernante. Esta es la verdadera razón de no autorizar la Autogestión en Cuba, porque sería el comienzo del fin del reino de la familia Castro.

lunes, 18 de abril de 2011

Cincuenta años más, por lo menos.



Los que tuvimos la oportunidad de ver algunas vistas del desfile en conmemoración de la Victoria de Girón, además del montón de hierros viejos en ruedas que mostraron los dueños actuales de Cuba, tuvimos la triste experiencia de constatar como aun se sigue abusando de los niños en Cuba, los que pudimos ver cómo junto a los armatostes arcaicos e inútiles y rodeados de soldados que solo han perdido batallas en el continente africano y América latina tres mil niños fueron llevados a marchar junto a un pasado que se aferra a continuar esclavizando al pueblo.



Lo triste de este hecho no es ver como niños que son llevado a ser parte de un acto que recuerda como cubanos hijos de una misma tierra y vecinos de un mismo barrio combatieron y fueron heridos y muertos por la sencilla razón de que no les fue permitido debatir las diferencias en las urnas electorales como les fue prometidos a todos los cubanos, desde el mismo asalto al cuartel Moncada. Duro es ver como los que reprimiendo todo vestigio de democracia y libertad estén presidiendo un acto que solo recuerda una parte del luto y dolor sembrado en el pueblo cubano porque el daño es mucho más grande de lo que podamos narrar en este escrito.



Doloroso, falta de dignidad y vergüenza es ver a esos niños marchar junto a las armas que reprimen a ellos mismos y a su pueblo, pero mucho más penoso es y debe llamarnos la atención es que estos niños no van a esa marcha solos, ellos, los niños son usados con el beneplácito y aprobación de sus padres, vamos a sacar una pequeña cuenta, cada niños tiene al menos dos padres, por seguro cuatro abuelos y probablemente algunos tíos, todos ellos mayores que los niños, adultos y con plena conciencia de lo que hacen creo yo, entonces, ¿Dónde está la vergüenza?, ¿Adonde se fue la dignidad que había en Cuba? Y digo esto porque entre niños, padres, abuelos y tíos al menos son veinte mil personas que casi seguro por lo menos el 80 % de ellos recibe remesas y ayuda de los parientes de Miami y todavía tienen el descaro de permitir que sus hijos, nietos y sobrinos marchen a rendirle servidumbre a quien los ha convertido en mendigos del siglo XXI.



Nadie hace nada que pueda llamar la atención del mundo para favorecer la libertad de los cubanos, y sucede que los cubanos, sumidos en el hastió, cansancio, comodidad, miedo, conveniencia, inmovilidad, complicidad, desconfianza, amoralidad, etc. han llegado hasta vender su alma y la de sus hijos al ser indolentes y participes de este abuso infantil. Si les gusta la Revolución, felicidades, si quieren ser socialistas, que Dios los bendigan, pero que no obliguen a todos a ser parte de ese proyecto cincuentenario y sin soluciones reales, que permitan al que no quiere participar con ellos a expresarse libremente sin tener que convertirse en agente enemigo como son calificados, que pueda decirlo allá en el congreso de cualquier otro partido o en el de los comunistas sin temer por su seguridad y sobre todo que no lleven a niños al matadero de hoy que es el desfile, porque sábenos que mañana como ayer puede ser Angola, Etiopia, Somalia o cualquier otro lugar que le pague a los Castros por la sangre cubana. Y si les gusta el proyecto de los Castros, si todo ese pueblo que al parecer por la aceptación del castigo a que han sido sometidos y no se rebelan les gusta vivir como viven, pues nada que no les pidan a los parientes que viven en el extranjero lo que el dueño de Cuba ni siquiera les puede vender.


De acuerdo estoy con defender a todo el que vive como predica, mi voz siempre estará al lado de la libertad de expresión, la libertad de mercado y las libertades cívicas y sociales. Si ese pueblo cubano que por más de cincuenta años está dispuesto a esperar otros cincuenta años más para vivir en un mundo mejor, pues bien que esperen para que no tengan que, esperar por días a que le lleven el agua en pipas para calmar la sed, que no tengan que salir cada día a buscar el pedacito de pan que le venden, que no tengan que montear unas cuantas viandas a la semana, salir a conseguir el poco de leche para los niños (los mismos del desfile), si quieren esperar por medio siglo más para poder mejorar su vivienda, que nunca pasara de un sueño tener un medio de transporte propio o publico adecuado al mundo que vivimos, si les gusta eso, pues muy bien, que les aproveche, pero no, no se les ocurra pedirles a quienes tuvieron que partir por esas mismas razones, por no poder, ni querer esperar medio siglo mas de torturas, si te gusta, pues disfrútalo solito y que no te caiga mal.

viernes, 8 de abril de 2011

Respuesta al Plan de Saladrigas.


Nuevamente la tropa de choque que vive muy bien en el norte revuelto y brutal sale a la palestra con planes de ayuda a los ¨nuevos empresarios cubanos¨, la idea es buenísima, tan buena que parece se le ocurrió al Comandante Cero (digo cero porque creo que se retiro y ese es el numero de todas las producciones que él dirigió) que realmente nunca ha hecho nada bueno para Cuba, bueno déjame ser justo, ha hecho algo bueno y es mandar a millones de cubanos por el mundo a aprender mucho, para un día si los cubanos de allá aceptan la ayuda y los consejo armar el destrozo que él hizo. Ahora salen con un plan de cooperación económica a la insipiente economía privada, ya que el dinero no va al gobierno directamente.

No sé cómo han podido amasar tanto dinero (que es bueno, pues solo los que tienen dinero crean trabajos y crean trabajos porque ellos no lo pueden hacer todo, porque si pudieran…), con tanta inocencia, el grado de ingenuidad toca casi al mongolismo, pero no creo que sea eso, ningún estúpido se hace millonario, es otra cosa y todos lo sabemos. Ellos bien saben que en Cuba existen tres monedas, una con la que le pagan a los cubanos (pesos), otra que la maneja los cancharas (dólares, libras, Euros, etc.) y los chavitos, que le da la oportunidad a los cancharas de hacer mas dólares, Euros, etc. cuando lo cambian por la moneda enemiga. Acaso el Sr. Saladrigas y compañía piensan que esa ayuda va a ir directamente a los nuevos empresarios, ¿no sabe el Sr. Saladrigas que la moneda extranjera tiene que ser cambiado por chavitos? Y eso tiene un costo además del envió, ¿desconoce este grupo que en Cuba solo existe un solo vendedor, encargado de todo? Ya no saben que inventar para meter el billete en Cuba y sacarles a los cubanos la poca sangre que le queda, esa es la verdad.

¿Cuáles son las licencias ocupacionales que existen en Cuba que favorezcan el desarrollo económico del país?, no me digan que van a financiar los gastos de un payaso o de un aguatero, o le compraran sogas a un desmochador de palmas o a lo mejor financiaran a los que fabrican ceniceros y cuadritos con las latas de sodas vacías, quizás sea posible que le extiendan una línea de crédito a la Negra María para que compre tabacos para complementar el disfraz de Santera. Es que ni los paladares y timbiriches que han surgido tienen la menor oportunidad(a no ser que sean protegidos del gobierno, como se sabe), pues solamente el gobierno vende y ya sabemos los precios. Además creo que es el único lugar del mundo donde además de pagar la licencia se pagan los impuestos por adelantado sin saber a cantidad que se va a vender. Nada más que entretenimiento para el pueblo y meterles en la cabeza que el cambio viene llegando, así los cubanos preocupados en inventar la forma de sobrevivir dedican sus esfuerzos en escapar y no liberarse de quienes lo esclavizan.

Los planes de los Castros han sido casi perfectos, les han salidos mal algunas cosas porque un puñado de cubanos siempre les han salido al paso, y con denuncias y con armas les han tirado en cara todos sus abusos y malos pasos, lamentablemente los que solo aman el dinero y que conste el dinero no es malo, es bueno si no se es esclavo de él, solo miran el próximo dólar a ganar sin importar el precio ni a quien tengan que vender su alma. Mejor ayuden a sacar a esos viejos sin vergüenzas y aprovechados, que sentados en el poder disponen de Cuba como una finca mal administrada, ayuden a llevar la democracia y llénense de amor propio y participen en la vida política y no desde la sombra de los bancos quieran controlar a los demás.

Dionisio de la Torre, Jr. Tomado de www.lavisitamiami.com

sábado, 2 de abril de 2011

La petulancia de los ancianos.

Debe ser porque mi vocación política es democrática por naturaleza y de manera genérica no la circunscribo a un sistema, ni la amparo en ningún argumento ideológico, o la vinculo a una militancia arrellanada en el tiempo y congelada en la historia. Tampoco soy demasiado joven, pero aún no me considero viejo. Peinar canas no es delito cuando se llevan con sobria y parsimoniosa razón y se sabe escuchar a los demás sin la idea de que por ser mayor se tiene siempre la razón. Desgraciadamente esos gerontes políticos que nos gastamos en diferenciadas latitudes, terminan casi siempre haciéndole la vida muy difícil a los demás.

¿Qué puede justificar que una persona permanezca gobernando, y en consecuencia decidiendo sobre la vida de sus conciudadanos, eternamente? Menos aún cuando su gestión no justifica en lo absoluto esa permanencia y se amparan en la vejez para hacerse merecedores del respeto ajeno, lo cual me parece una gran burla que no debe tener que ver en lo absoluto con el concepto de democracia de cualquier apellido, si realmente e ese término pudiera ponérsele más de uno.

La pretensión democrática se vuelve tiranía cuando los que se convierten en sus voceros se eternizan en el poder sucumbiendo a los beneficios de su usufructo. Bien decía Víctor Hugo que hay muy pocos hombres capaces de resistirse a la influencia del poder, frase que pone en boca de su personaje protagónico en la novela “Los Miserables”, Jean Valjan. Alguien recientemente, tratando de “reflexionar” hizo mención del carácter corrosivo de “las mieles del poder” y en efecto, esa especie de encantamiento que producen ha hecho del irreflexivo anciano una de sus más connotadas víctimas.
Hay también una especie de venganza y una malsana osadía entre aquellos que visualizan su papel en la historia vinculado a una especie de función mesiánica, cuando la verdadera grandeza radica en entender que la capacidad de los hombres está por encima de cualquier gestión personal. Nadie es eterno, tampoco indispensable y aún menos insustituible. Cuando los que así lo creen hayan desaparecido, la humanidad y quienes la conforman seguirán haciéndose presentes y los hombres alzaran el índice acusador para apuntar hacia quienes trataron de cancelar su gestión e ignorar su valía.

No es casual que entre otras cosas los tiranos, personificación de lo eterno y lo perfecto por mandato divino, no suelan creer en derechos humanos; ellos dan a todos la mejor oportunidad de vivir: la de permanecer en la creencia de que antes de ellos no hubo nada y después de ellos “el diluvio”, como espetó el abate Sieyes en la Convención francesa a la sombra de las polémicas entre Girondinos y Jacobinos en los años candentes de la Guillotina y la Revolución de 1789.

Ahora debemos rendir pleitesía a la gestión de un par de ancianos que se nos presentan hablando de no se sabe exactamente qué, mientras se especula sobre lo que pueden decirse y que en ningún caso y de ninguna manera debe merecer crédito. Estas personas han tenido su tiempo, inclusive históricamente, y mal que bien no lo emplearon de manera muy atinada; creo, en consecuencia, que ya el futuro no está de su parte, por lo cual pensar en la posibilidad de validar su gestión es un grave error.

Consecuentemente tengo que afirmar que, visualizar de manera reiterada y petulante a estos no muy dilectos ancianos creando espacio para su pretendida experiencia me produce una casi automática repulsión y un, al menos para mí, justificado rechazo. Lo siento, pero ninguno de estos señores tiene nada que decirme.


José A. Arias.

Tomado de: http://collagecubano.blogspot.com/