viernes, 20 de agosto de 2010

La insólita realidad de un fantasma.


Varias veces han venido a mi mente las imágenes recreadas por García Márquez en “El Otoño del Patriarca” al describir al personaje protagónico paseado en andas por sus acólitos entre una multitud cansada y ebria, alabadora y sempiterna, paciente y frustrada; exhibiendo enormes telarañas que crecen entre sus genitales no menos agigantados por el ejercicio del poder a lo largo de un tiempo que no pasa.

Habría que pensar en establecer cierto hito de contacto entre fantasía y realidad y lo literariamente tramitado por “El Gabo”con lo acontecido en una Isla, realmente maravillosa, en la que un personaje aún da visos de incredulidad al ejercicio de una tiranía.

Ahora todos opinan –yo entre ellos- sobre lo frustrante que resulta la connivencia entre los factores que conforman la anatomía del patriarca que nos ha tocado. La visión de su desconflautada humanidad y el sonido de su voz, apagada, pero aún condenatoria y sentenciosa; sus ademanes airados y prepotentes, que de no ser para imitar su ira y a la vez bendecirla resultan irreproducibles en su entorno, así ha debido dirimirse la vida de millones de seres humanos a través de varias generaciones.

De esa Isla, la mayor del Caribe, no puede hablarse sin pesar y entre los que encaran sus días vistiéndose con el ropaje de la conformidad, yace la duda. Es tanta la diferencia entre la maravilla y la realidad, que hasta “la praxis” de los marxistas dialécticos y benévolos pondría al desnudo los entuertos de ese camino sin final por el que hoy, en andas y enredado entre seculares telarañas, se mueve el fantasma convirtiendo la fábula en una cruel realidad.

No es el odio la principal motivación. El fantasma hará mutis algún día y ya no volverá a mostrar su impúdica arrogancia, temo sin embargo, que nos dejará la huella de una experiencia traumática y terrible cuyo conjuro tomará mucho tiempo en producirse tal y como suele suceder en estos casos.


Por. Prof. Jose A. Arias.
Miami Agosto 16, 2010.

http://www.lavisitamiami.com/


No hay comentarios:

Publicar un comentario