domingo, 7 de noviembre de 2010

Gracias.

Cuando se llega al nivel de felicidad que he llegado comienza un mecanismo que trata de proteger lo que se ha logrado, no es la riqueza lo que nos preocupa, pues lejos de ello estamos, son las cosas que no tienen precio ni para ricos y pobres, las que queremos guardar como tesoros divinos, son la gente que te quieren y que tu quieres aunque te duela.

Por estos días mi salud se ha visto afectada como nunca espere, pero sigo siendo un eterno creyente en la voluntad humana, el respeto voluntario a Dios y la fuerza en pedir a alguien que no puedes ver, pero que siempre está contigo si siempre lo has defendido, no porque a Él le haga falta sino por la libertad que te dio para que lo sigas o lo abandones, por estos días muchos me han dicho, voy a rezar, voy a orar por ti, las gracias les he dado, pero no por lo que hacen por mi solamente, sino que gracias a mis penares se acordaron de alguien tan grande y que nos olvidamos de Él frecuentemente, que bueno que mi pasajera enfermedad haya llevado a gente buena a acordarse de Él para pedir por mí, pero me gustaría más que lo hicieran por los que no conocen que quizás estén más necesitados por la falta de salud o libertad. Gracias por siempre.

Gracias, cuando llega mi nieto y me abraza, el no sabe porque lo hace, su tierna inteligencia no le dice porque lo hace, pero su infantil sentimiento lo empuja hacia quien él sabe que lo quiere sin ataduras y desconociendo que él me hace mas falta a mí que yo a él me entrega ratos de felicidad que solo los que comparten el mismo sentimientos pueden saber, cuando mi hija espiritual, con su eterna sonrisa e inmensa fe en un mundo mejor y lleno de amor cristiano me besa, es el mejor pago que he recibido a mi palabra empeñada con su padre que siempre estará con nosotros y que nunca olvidaremos, gracias por aceptarme como soy y por quererme con mis defectos. Gracias a mi hijo que desde su silencioso carácter presente siempre esta llenándonos de orgullo por el buen camino que ha escogido y por haberme dado la oportunidad de ser parte de su vida, no por ser su padre, pero por la oportunidad de permitirme ser su amigo, a su esposa que es mi hija también y por el regalo de una nieta que como un ángel nos cubre de gloria, gracias por permitirme ser su abuelo, pero un abuelo babeado y complaciente. Gracias a mis hermanas que tanto se han preocupado, que siempre mantienen la confianza en la sonrisa y las cosas simples de la vida, mucho me ayudaron.

Bendito el ruido y el desorden, bendito el no poder ver mi televisor o fumarme mi tabaco, el lavarme las manos mil veces para cargar a mis pequeños nietos cuando invaden mi casa, que por obra del amor de cuatro paredes hacen un hogar cálido y lleno de colores. Que viva el ruido y las carreras, el sonar de las cazuelas y los gritos de rebelión, ningún músico famoso ha creado tan bella sinfonía o alegre zarzuela.

A mis amigos gracias por estar pendientes, por preocuparse más por mí que yo mismo, gracias por venir o llamar, siempre serán recordados, porque han apreciado mas mis virtudes que mis defectos, que al igual que yo solo han mirado la luz del Sol y no las manchas, gracias.

Esto no es una despedida, pues espero que me permitan ser parte de sus vidas por mucho tiempo, no por lo que yo importe sino por lo que Uds. me importan a mí, pero esta es la forma que puedo decirles cuanto agradezco su presencia lejos de una fiesta o una comida.

Solo envido dos cosas y pena no me da el reconocerlo, una es cuando alguien pasa del sueño a ese mundo que tiene que ser bueno, pues solo uno ha regresado voluntariamente y no sufre y hace sufrir a los que lo quieren y la otra cosa que envidio mucho mas es a esos hombres y mujeres que pueden vivir en su tierra como lo que fueron llamados a ser, hombres libres, envidia por la libertad que tienen y yo he hecho tan poco para dársela a los míos. Solo eso envidio y espero que pronto deje de envidiar la falta de libertad.

Gracias a mi esposa, no por lo que me quiere, no por la necesidad que de ella tengo, gracias por esperar que cada día yo sea mejor y por llevarme de la mano a un mundo mejor, por entender que mis defectos eran parte del paquete y que nunca se sorprendió ante mis locuras, por estar preparada sabiamente a aumentar mis potenciales y levantarme en mis caídas. Gracias por hacerme creer que yo era el guía cuando es ella la luz del camino. Gracias por permitirme estar a su lado por siempre y por haber cuidado de mis padres, quizás sin saber que el honrar a nuestros padres es el más difícil mandamiento, ¿por que recitar mandatos si mi corazón no los cumple?, gracias por vivir y ayudarme a vivir. Son tantas las gracias que debo que la vida entera no sería suficiente para escribir, por solo digo gracias y que si a veces no digo te quiero tan frecuentemente es porque cada latido de mi corazón lo hace por mi, pero prometo que lo diré todas la veces que pueda.

Por ahora no me voy, pero decidí escribir ahora que puedo, pues mañana solo Dios lo sabe, puedo escribir hoy porque el futuro será mejor para todos, porque Uds. me hacen más falta a mí que yo a Uds., porque lo que importa es el calor humano, la sinceridad, nadie puede comprar el sueño o la salud, menos se puede comprar el amor sin ataduras, no se puede comprar la libertad, pues cuando se cree en ellas aunque seamos libres nos duele cuando le falta a otro, lo que se conquista con sacrificio y amor no tiene precio y eso Uds. me han ayudado a lograrlo, espero no volver a escribir, pues no creo que cambie de ideas, el agradecimiento es eterno y la deuda perpetua. Gracias por aceptarme y dejarme ser quien soy, un hombre feliz.

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